TEORÍA DEL ETIQUETAMIENTO
LA TEORIA DEL ETIQUETAMIENTO, DE LA REACCION
SOCIAL O DEL “LABELLING APPROACH”.
Como ya se ha expresado, esta
concepción afirma que la conducta delictiva es el resultado del proceso de
“rotulación” o “etiquetamiento” que efectúa la misma sociedad, y no una
enfermedad o degradación de ella. En las siguientes líneas intentaremos
desarrollar sus fundamentos más importantes.
3.1.
Principales Antecedentes.
Tiene
sus antecedentes en dos tendencias de la sociología norteamericana:
a)
Interaccionismo simbólico,
b)
Etnometodología.
-El Interaccionismo Simbólico, considera que la realidad social se forma por
interacciones concretas entre individuos, a quienes un proceso de tipificación
confiere un significado que es abstraído
de las situaciones concretas y se extiende por medio del lenguaje.
Esta corriente, fundamentada al igual
que las anteriores en la filosofía fenomenológica, pone énfasis en la
interacción de los individuos y en la interpretación de estos procesos de
comunicación. De tal manera, no presta mucha atención a las estructuras sociales,
a los sistemas y a las relaciones funcionales, sino al mundo de significados de
los símbolos dentro del cual actúan los sujetos.
El método está basado en la
interpretación de las acciones a partir de los elementos que se encuentran en
la situación social a estudiar. Los fundadores más importantes son: Cooley (1909 Social organization),
George H.Mead (1934, Mind, Self and Society), Blumer (1969, Symbolic
interaccionism, perspectiva and method), y Thomas (en: Zllderveld, 1973, De
theorie van bet symbolisch interaccionisme).
Los fundamentos teóricos más
importantes son:
·
La alienación del sentido de la
comunicación cotidiana, contraria a la búsqueda de identidad y del importante
papel que juega en la sociedad la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de
otro).
·
La realidad social se explica a través
de las interacciones de los individuos y grupos sociales (en este sentido se
opone al determinismo social). Para interpretar la actuación de los grupos e
individuos no es suficiente estudiar su comportamiento visible, sino también es
relevante considerar su conciencia y sus pensamientos como parte de sus
actuaciones (contrario al conductismo).
Esta visión está basada en la
concepción teórica del hombre, a la vez producto y productor de su realidad
social. La interpretación, el sentido de las acciones, es resultado de las
interacciones que tienen una intencionalidad y un objeto; este sentido es
objetivo en la medida en que la interpretación es intersubjetiva. Se llega a la
interpretación de que una situación es real si los involucrados la definen como
tal (pragmatismo). Los hombres construyen la verdad, es decir, la verdad no
existe, por sí como tal.
El método de esta corriente se puede
caracterizar como el estudio de los casos
comparativos (véase Glaser y Strauss, 1967). No parte de teorías globales,
sino de conceptos relevantes para analizar los casos particulares. A través de
las investigaciones comparativas y de la visión y conceptualización precisas,
se intenta construir teorías que sean relevantes para las acciones
participativas.
El interaccionismo simbólico busca, más
que los dos métodos anteriormente mencionados, conjugar la teoría analítica
deductiva y la investigación empírico-inductiva, procurando investigar la
realidad en su complejidad sin reducirla a lo que el investigador
científico" cree como esencial. No obstante, el énfasis queda en los
procedimientos inductivos del método empírico. El mismo trabajo de
investigación es una interacción simbólica entre el investigador y los sujetos
de la investigación. Esta concepción se desarrolló con los aportes de Herbert
Blumer y sus colegas de la llamada Escuela de Chicago. Los interaccionistas
simbólicos consideran que el ser humano es básicamente distinto del resto de
los animales. Mientras que los animales actúan en respuesta a otros objetos y
acontecimientos a partir del instinto o del condicionamiento previo, los seres
humanos adoptan una actitud o comportamiento sobre los objetos a partir de los
significados que estos objetos tienen para ellos. Los significados surgen a
través de la interacción social con los demás. Los significados son
comprendidos como productos sociales. La conducta humana no es causada de un
modo determinado predefinido por fuerzas internas. La conducta es causada por
una interpretación reflexiva y derivada de la cultura de los estímulos internos
o externos presentes. Sin duda es G.H. Mead el sociólogo más destacado de esta
tendencia, entre otras cosas porque rompió con las nociones mecánicas y pasivas
del yo y de la conciencia. Para Mead tanto el yo como la conciencia son
creaciones sociales de la vida cotidiana. Mead estaba preocupado por analizar
las pautas de interacción, los actos sociales que constituían la base de la
sociedad humana. La realidad no es un dato fijo sino que es cambiante a medida
que los actores crean nuevos roles y nuevos significados, definiendo su
situación de diferentes maneras, todas las cuales son reales para ellos.
Blumer ha criticado el empleo exclusivo
de variables en la investigación social, lo que reduce los sujetos a factores
en vez de actores que construyen o dan sentido a su realidad social en términos
pluriformes y dinámicos.
-
Por su parte, la Etnometodología, o
Interaccionismo Neosimbólico, considera que los significados del
comportamiento son construidos y reconstruidos por el hombre común durante su
quehacer cotidiano. La realidad social es producto de esta “construcción
social”.
Este enfoque hace hincapié en la
interpretación y también en la transformación de la realidad social y en el
actuar creativo de los sujetos.
La etnometodología es especialmente
desarrollada por Garfinkel (1967: Studies in Ethnomethodology) y Cicoruel
(1964: Method and measurement in sociology) y está enfocada a las maneras en
que la gente comparte (en el sentido comunicativo) los hechos, procesos y
acontecimientos sociales.
El énfasis en los estudios
etnometodológicos se centra en los acontecimientos cotidianos y las influencias
del conocimiento común en las ciencias humanas.
Las investigaciones en este contexto se
realizan a nivel micro y parten del supuesto de que el comportamiento humano
es, en gran medida, racional. El interés no se halla en el análisis funcional
de las normas sociales, sino en los procesos en los que la gente organiza sus
actuaciones en la vida cotidiana.
Se intenta analizar el sentido del
comportamiento y las relaciones socio-culturales de las expresiones, normas,
reglas y códigos que emplea la gente. Las personas emplean el lenguaje
cargándolo de sentido; no se socializa únicamente, sino "crea" acciones
en un contexto social. La producción y la reproducción de las relaciones
sociales también en la forma institucionalizada de las organizaciones,
conforman los procesos centrales de estudio. Esta es más notable en los
trabajos de Berger y Luckman, (en: Turner, R. Ed. 1974. Ethnomethodology
selected readings) quienes caracterizan los procesos de institucionalización en
la sociedad como dialécticos. Ellos indican la relación estrecha de la cultura
(religión, lengua, arte) con los cambios en la sociedad global. En este sentido
la etnometodología cobra importancia para el estudio de la educación de adultos
en los procesos de desarrollo en las sociedades latinoamericanas.
Una de las críticas a la
etnometodología es que no logra cuestionar el orden y los conflictos sociales
de los sistemas existentes. La decodificación de la información de los
individuos no conduce a la explicación de los procesos sociales. Con el método
participativo comparte la crítica a los métodos burocráticos y estadísticos y a
la pretensión de la interpretación de realidades desconocidas, a través de un
lenguaje sofisticado que, muchas veces, está lejos de entender la problemática
de los grupos investigados. Por otra parte tienen diferencias, por su empleo de
procedimientos exclusivamente inductivos, su carácter funcionalista y su
renuencia a la teoría para lograr la praxis.
-A
su vez, Edwin LEMERT realiza un
importante aporte a estas Teorías, al considerar que la asignación de un
significado antisocial o desviado a un acto determinado se producen por
interacción informal o a través de instituciones formales de control
social. Existe una desviación “primaria”
que por los procesos estigmatizantes subsiguientes se convierte en una
desviación “secundaria” como medio de defensa, ataque o adaptación ante los
conflictos creados por la reacción de la sociedad oponiéndose a la primigenia
desviación. Son pues, fundamentalmente dos las cuestiones: primero, como surge
el comportamiento desviado, y segundo,
como se ligan simbólicamente los actos desviados, y cuales son las
consecuencias para la posterior conducta del sujeto. La reacción del entorno
negativa hacia su conducta, origina que el individuo finalmente se identifique
con el papel que el entorno le ha
otorgado, e inicie su carrera delictiva.
REACCIÓN SOCIAL

SIGNIFICADO
La delincuencia es más bien el resultado de los procesos de control social (Scull, 1989). Según ello, el control social debe ser considerado más como una variable independiente que influye sobre la delincuencia como una constante que resulta de la misma.
La desviación en su conjunto, y la delincuencia en particular, son interpretadas no como una serie de características de ciertos sujetos y grupos, sino como procesos activos de interacción entre desviados y mecanismos de control. En estos procesos los desviados y los delincuentes se convierten en la principal fuente de etiquetamiento sobre la que operan los mecanismos y sistemas de control (Giddens, 1993.)
ANTECEDENTES
La reacción social son respuestas formales e informales de la población hacia las conductas delictivas o inaceptables en un territorio y un momento determinado.

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